Todos los alimentos que están en los hogares y se consumen a diario han pasado por un estricto control veterinario. Conscientes de la importancia de este tema, la sede del Colegio de Veterinarios de Madrid acogió esta semana la jornada ‘Ayer, hoy y mañana de la Seguridad Alimentaria’, organizada por Agrifood Comunicación, el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema) y los periódicos digitales Qcom.es y Euroganadería.eu.

El acto, celebrado con motivo del Día Nacional de la Seguridad Alimentaria, fue inaugurado por Felipe Vilas, presidente de Colvema, quien reclamó el papel importante de los veterinarios en los últimos años “especialmente en diversas crisis alimentarias como, por ejemplo, la crisis de las vacas locas”.

Por ello, Vilas reiteró “la importancia de los controles veterinarios a nivel de granja, como primer escalón de la cadena alimentaria, que garantiza la seguridad de las materias primas y la calidad de las producciones, y a partir de ahí los distintos eslabones han de ser los garantes de los procesos hasta que el alimento llega a la mesa de los consumidores”.

Asimismo, el presidente hizo hincapié en los nuevos hábitos de compra gracias con las nuevas tecnologías, “pasando de una manera presencial a utilizar internet” y cómo estas tendencias “influyen en la seguridad de los alimentos”.

Por su parte, Ricardo Miguelañez, director Agrifood Comunicación, señaló la importancia de la comunicación y la coordinación de todos los implicados en la red de alertas, “sobre todo en las situaciones de crisis”, ya que “la estructura autonómica dificulta la unificación de mensajes y eso puede confundir a la sociedad, lo cual puede provocar una imagen distorsionada del sistema de seguridad alimentaria”. Del mismo modo, Miguelañez ha recordado que se cumplen 20 años del nacimiento de la AESAN y desde entonces “se ha avanzado en la producción, normas y digitalización sobre seguridad alimentaria”.

El evento contó también con una mesa redonda, moderada por José María Martínez, miembro del Comité Organizador del Máster de Seguridad Alimentaria del Colvema y director adjunto de Emcesa, en la que participaron varios ponentes, en la que se trataron cuestiones como la comunicación, la cultura de la seguridad alimentaria, la sostenibilidad, nuevas tecnologías y el Mecanismo Europeo de Preparación y Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria (Meprcsa), recientemente presentado por la Comisión Europea.

El primero de los expertos en mostrar su punto de vista fue Álvaro Mateos, presidente Avesa, quien recordó que “en el sistema de seguridad alimentaria europeo se ha exigido que el inspector pase a ser auditor, y dentro de este mundo es donde tenemos que ahondar en el futuro. Es aquí donde las empresas han de avanzar para unificar conceptos en materia de seguridad alimentaria”.

Otro de los expertos fue María Martínez-Herrera, responsable de Seguridad alimentaria y medioambiente en Asedas, quien dijo que en su organización saben que la Seguridad Alimentaria “es el pilar básico de la distribución de alimentos, por ejemplo, el comité de Seguridad Alimentaria de la organización es uno de los más veteranos y activos de la asociación”. También aseguró que trabajan con distintas entidades y, una de las líneas de trabajo que mantienen en la actualidad es con el Ministerio de Educación para que “se estudie la necesidad de que hay una formación reglada que tenga en cuenta la manipulación de alimentos, esencial en el sector”. Del mismo modo, la experta afirmó que “de cara al consumidor tenemos una asignatura pendiente de mostrarle a éstos que la tranquilidad de consumir alimentos seguros se debe a esta gran cadena y el cumplimiento del paquete de Higiene” y aseguró sobre el reciente documento sobre el Meprcsa que “todo lo que sea para mejorar es acertado, pero espero que no se quede en intenciones con normativas que ocultan otras realidades del sector”.

Para finalizar, Martínez-Herrera recordó que el objetivo de ASEDAS es que el sector de la distribución se identifique cómo esencial en futuras crisis, ya que se ha demostrado ampliamente que lo es y con respecto a futuras crisis esta identificación daría más agilidad y evitaría obstáculos identificados en esta pandemia”.

Por otro lado, Gustavo Samayoa, presidente de FUCI, también incidió las dificultades que existen en las personas consumidoras vulnerables a la hora de acceder a la lectura y comprensión de los etiquetados de los productos y, en general, a la información, “debido a la gran brecha digital que existe en nuestro país”. Al mismo tiempo, manifestó la necesidad de que “en el desarrollo de la normativa sobre la digitalización de la economía, que prima la actualización de las empresas, se instrumenten medidas adecuadas en la repercusión de los costes empresariales, de tal manera que estos no repercutan en el consumidor”.

Para finalizar, Óscar Hernández, director de Asuntos Públicos y Comunicación de Pascual, destacó que “pese a lo avanzado en estos años, siguen existiendo brechas respecto a la comunicación que se proporciona al consumidor en materia de seguridad alimentaria”. Igualmente, Hernández explicó que “los consumidores demandan más información a la Administración Pública y que se instrumenten los mecanismos necesarios para garantizar la seguridad alimentaria de los productos españoles para no depender de terceros países”.

En general, todos los participantes en la mesa redonda apostaron por el diálogo entre todas las partes implicadas, para poner encima del tapete todas las necesidades y posibilidades, porque no funciona que se imponga el unilateralismo y lo que se tiene que buscar entre todos es la confianza del consumidor que ha de ser el fin último de todos los operadores y de la Administración Pública. Esto supondría un avance en la organización y gestión coordinada de las alertas alimentarias entre la Administración y el sector alimentario español.

Del mismo modo, en el encuentro se puso de manifiesto la importancia del concepto ‘One health’ relacionado con la seguridad alimentaria. Esta estrategia global supone el aumento de la comunicación, la colaboración y coordinación interdisciplinar entre médicos y veterinarios en el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, entendiendo que todas están interconectadas, bajo el lema genérico ‘Un mundo, una salud’.

Por último, los expertos concluyeron y pusieron en valor el importante papel que juegan la sostenibilidad económica y social en la seguridad alimentaria, que implica que haya disponibilidad de alimentos y que esta situación sea estable y continuada en el tiempo.