En los últimos años, la industria de la banca tradicional en particular y el de las finanzas en general, ha perdido atractivo entre las generaciones de jóvenes que no se identifican con los valores que encuentran en los productos y servicios a los que están acostumbrados.

La reciente aparición de la figura de los neobancos, surge como respuesta a la necesidad de cubrir el hueco desasistido que hay entre los bancos tradicionales y las generaciones de jóvenes, quienes se identifican más con servicios como los que ofrecen Netflix, Spotify o Amazon a los ofrecidos por BBVA, Santander o La Caixa, entre otros.

El caso más representativo se encuentra en Rebellion Pay, un neobanco de capital 100% español que presta servicios financieros para un público que busca claridad en el mensaje, seguridad y cero compromisos.

‘Tus compras cuentan una historia real sobre ti’Un ejemplo claro de cómo Rebellion enfoca algo tan rutinario como es la compra con tarjeta, se encuentra en una de sus últimas actualizaciones, la cual permite que el usuario añada fotos, imágenes y texto a sus transacciones de compra e incluso pueda compartirlos con otros usuarios.

“Creemos que la forma en la que compramos cuenta una historia real sobre nosotros y enriquecerla con contenido visual como fotos, texto o video puede hacer que una transacción bancaria que siempre fue bastante aburrida, se convierta en un momento que recordar, una situación divertida, amena y que además aporta valor”, añade Alex Sagrado, Head of Product de Rebellion.

Algunas marcas de consumo ya se han interesado en el modelo que Rebellion propone y que servirá para que sus usuarios puedan beneficiarse a la hora de publicar imágenes de sus productos o compartirlos con otros usuarios.

Desde el móvil y con tarjeta prepagoRebellion es de los pocos neobancos y mejor valorados que permiten el uso de Google Pay y Apple Pay con su tarjeta, lo que en tiempos de COVID ha servido de gran ayuda a todas aquellas personas que han preferido no interactuar con dinero en efectivo, ni con sus tarjetas bancarias físicas, reduciendo así el riesgo de contagio.

Si la media de edad de una persona familiarizada a pagar con el móvil antes de la pandemia era de 32 años, actualmente esta cifra se sitúa en los 52 años de edad, lo que resulta un indicador claro de lo rápido que están cambiando los hábitos de consumo a la hora de pagar en comercios.

Recientemente la OCU ha publicado un interesante artículo en el que recomienda el uso de las tarjetas prepago para reducir el riesgo frente al COVID y el fraude online, donde se enumeran las tarjetas prepago emitidas por neobancos y sus características.